JUGAR NO ES COMPETIR

Hay un par de cosas que me está costando mucho inculcar en algunas de mis jugadoras, y es algo tan simple a priori, como el saber competir y el asumir cada una su rol dentro del equipo.

Lo primero es aquello en lo que tanto incidía Luis Aragonés cuando comenzó a trabajar con la Selección Española y que ahora nadie se acuerda de ello, pues a mí, como os digo me está costando muchísimo. A algunas de ellas les cuesta cambiar el chip y saber que cuando empiezan los partidos hay que jugarlos como si fuera el último, como si la vida dependiera de ello, en continua tensión (algunas confunden la tensión con el nerviosismo, y en realidad no tienen nada que ver), para mí lo optimo sería conseguir un grado de concentración tal que las jugadoras solo estuvieran pendientes de la pista de juego y de las ordenes del cuerpo técnico, esto solamente se consigue si de verdad se quiere, porque la concentración se trabaja pero depende en un tanto por ciento muy elevado del individuo en cuestión.

Después esta el tema de ser capaz de asumir un rol dentro de un colectivo, partamos de la base de que todo deportista de deporte de equipo es egoísta y lo que quiere siempre es jugar si o si, pues esto es prácticamente imposible en el deporte de competición.

Dentro de un equipo tienen que existir diferentes roles, el rol de jugadora importante con muchos minutos en pista, el rol de jugadora importante con pocos minutos en pista, el rol de jugadora en situación de superioridad, el rol de jugadora para dar descanso a una compañera, el rol de jugadora solamente para darle calidad a los entrenamientos…todos estos, y un largo etcétera por delante.

Si no somos capaces de asumir el rol que nos toca en cada momento, teniendo claro que con trabajo, esfuerzo y superación puedo cambiarlo, en ningún momento seré capaz de ayudar al equipo a conseguir el objetivo marcado.

Tenemos claros ejemplos en el deporte profesional, en el ahora equipo de moda como es el FC Barcelona, teniendo el mejor mediocampo del mundo ficha a Cesc Fábregas, un jugador de talla mundial que viene al equipo a esperar su turno en el banquillo, si este jugador en concreto no tuviera claro el rol que tiene en el equipo le pasaría como le paso a Ibrahimovic, no lo aguantaría y acabaría siendo un problema para el entrenador y para el vestuario en cuestión, esta es la diferencia entre el jugador comprometido con una causa al que de verdad le interesa el objetivo común por delante del objetivo personal.

Yo puedo entender que sea difícil asumir que en este momento solo valgo para dar descanso a una compañera, pero, ¿y si ese descanso hace que tu compañera sea capaz de volver a entrar en pista y marcar tres goles gracias a ese descanso que tu le has proporcionado, que? ¿no sería importante tu rol? ¿no sería beneficioso para el equipo?….no cabe duda que lo optimo seria que la jugadora que entra sea capaz de meter esos mencionados tres goles, pero esto no siempre es posible por desgracia, ¿alguna preferiría jugar y no ganar? ¿o jugar un par de minutos, darle descanso a una compañera que está en mejor forma a día de hoy y ganar el partido?

REFLEXIONEMOS

Lo único que está a mi favor es que son jugadoras inteligentes y lo acabarán aprendiendo.

En una cosa si que estoy tranquilo y se que nadie nunca podrá reprocharme, y es que soy un entrenador justo, si hoy no te mereces jugar, no jugarás, pero si mañana has trabajado bien, te has esforzado en mejorar lo que no hacías correctamente y lo has conseguido, ten seguro que jugarás.

Tengamos claro que el futsal es un deporte de equipo, donde hay 5 jugadores en pista pero muchas personas más (compañeros, cuerpo técnico, directivos….etc.) trabajando fuera día a día, semana a semana para que todo vaya de la mejor manera posible.

¡¡¡LO PRIMERO EL EQUIPO, LO SEGUNDO EL EQUIPO Y LO TERCERO EL EQUIPO!!!

Además, ¿quien dijo que ir a la guerra no iba a ser peligroso?

Pero una cosa tengo clara, si no conseguimos ganar la batalla será culpa mía y no habrá excusas, pero lo que es seguro es que pelearemos hasta el final.